sábado, 31 de marzo de 2012

TIRO AL “CANARIO”

Temperley derrotó por 2 a 0 a Flandria en un partido disputado en el “Beranger”, con lo que rompió una racha de 4 encuentros sin victorias. Mariano Campodónico y Carlos Keosseián, uno en cada tiempo, anotaron los tantos “celestes”. En el equipo local hizo su presentación Facundo Agustinoy, quien debió ser reemplazado precisamente por Keosseián, producto de un fuerte esguince. Los de José María Bianco extendieron su invicto como locales a 6 fechas (4 éxitos y 2 empates), y el miércoles próximo jugarán un encuentro definitorio ante San Telmo.
Temperley recibía en su estadio a Flandria, uno de los rivales cercanos en las posiciones y los promedios. La ocasión era ideal para encarrilar un rumbo torcido en las recientes jornadas. Tres fueron los cambios respecto a los once que empataron con Acassuso: los regresos de Leandro Witoszysnki e Ignacio Fernández, tras las suspensiones por acumulación de amarillas, en lugar de Ezequiel Molina y Emanuel Carreira, y el debut absoluto con la camiseta “celeste” de Facundo Agustinoy por Carlos Keosseián, al que se lo preservó debido a una contractura que arrastró toda la semana.
Flandria, por su parte, presentó un 4-4-2, con Hernán Pineda por la derecha, Jesús Díaz (ex Temperley) y Ezequiel Abal repartiéndose el medio, Guido Ferreras en el sector izquierdo, y Lucas Ferreiro (autor de los dos goles “canarios” en la ida) y Pablo Bueno en función ofensiva.
Los minutos iniciales fueron imprecisos. Ambos se prestaban la pelota. En el local, Fernández tendía a cerrarse para ubicarse como enganche. Las acciones no levantaban y a los 10 minutos, Ferreiro dejó su lugar en la visita, lesionado, tras haber trabado con Agustinoy, que también sintió dolor en su rodilla derecha, pero siguió jugando. Por el ex Racing Club y Atlanta entró Nahuel Díaz. Se trató de una sensible baja para el “canario” por su injerencia dentro de la estructura (anotó ambos goles contra Temperley en la ida).
A los dos les costaba mucho progresar en el campo. Sobre los 17´Medina intervino sobre su palo derecho para sacar un envío peligroso de Ferreras, tras una serie de rebotes. Un minuto después, Nahuel Díaz exigió otra gran atajada de Medina, con un fuerte disparo a la carrera.
Temperley no tenía la pelota, pero en su primer ataque serio, logró ponerse en ventaja. Walter Díaz perdió una pelota en su campo, Patricio González combinó con Fernández, que a su vez se apoyó en Campodónico; éste abrió para Marclay, cuyo tiro fue rechazado parcialmente por Gagliardo, quedando el rebote servido para Campodónico, que colocó el 1-0 con violento remate. Era difícil hablar de merecimientos; lo cierto es que Temperley se había puesto arriba en el score.
Flandria se abalanzó en procura de la paridad, aunque casi siempre adoleció de profundidad. Temperley sufría a las espaldas de un Guiñazú que no la pasaba bien con Ferreras.
El dueño de casa pudo aumentar con un remate muy desviado de Campodónico, en óptima posición, tras haber recibido de Fernández.
Otra chance para los de Bianco surgió por una habilitación de Lucas Teijeira para Sergio Marclay, que entró raudo por la derecha, aunque se demoró y fue cortado expeditivamente por Lucas Montero y Gagliardo.
Flandria intentó con pelota detenida. Así, un córner de Ferreras terminó en una volea alta de Walter Díaz, que quedó marcado por el error en el inicio de la maniobra que culminó con el gol de Campodónico.
Sergio Rondina dispuso el ingreso de Mauro Leguizamón en lugar de Walter Díaz para el complemento. Los de Jáuregui pasaron a defender con 3 hombres, quedando Pineda y el recién ingresado para formar un carril por la derecha.
Los pasajes iniciales fueron netamente favorables a Flandria. Bueno le pegó alto, a la carrera, y más tarde, un tiro de Abal de 25 metros se topó con la seguridad de Medina.
Flandria no profundizaba, pero se las ingeniaba para tenerlo maniatado a Temperley contra su sector.
Una volea del movedizo Leguizamón fue conjurada por Medina de manera sólida. Luego, Pineda, con más recorrido por el carril debido a su retroceso, llegó hasta el fondo y despachó un centro que fue conectado de aire por Bueno, saliendo la pelota a centímetros del palo izquierdo de Medina.
Ahora sí, la rodilla de Agustinoy no aguantó más, ingresando Keosseián en su lugar. Emiliano Mayola contó con una nueva posibilidad, filtrándose por la izquierda, hasta sacar un tiro cruzado que se fue a escaso margen del palo izquierdo de Medina.
La visita vendía cara la derrota parcial. Hasta que Temperley sacó “la mano” que tiró a la lona a su rival por toda la cuenta y transformó prácticamente a la media hora restante en un mero trámite.
Marclay fue fouleado cerca del área, por el sector izquierdo. Fernández se encargó del tiro libre con la precisión que lo caracteriza, dejando solo a Keosseián para que metiera el frentazo al gol, ante la pasividad de los defensores y el arquero Gagliardo. Temperley exhibió una contundencia especial, digna del mejor Mike Tyson, en un pasaje clave del juego.
Flandria sintió sobremanera el impacto. Bueno, solitario, era el único que intentaba algo diferente. Mauro Macalik ingresó por Campodónico (otra buena labor del delantero) e Iván Macalik hizo lo propio por Manzanares, a quien se quiso preservar para la “batalla” del miércoles con San Telmo. Patricio González fue uno de los puntos altos del ganador, gracias a su criterio en la marca y capacidad de salida y distribución.
Medina había respondido en dos tiempos ante un intento de Bueno, y un cabezazo de Martínez se estrelló en el palo. La entrada de Abel Sandoval por Ferreras sirvió simplemente para completar la estadística.
Temperley ganó un encuentro especial en los papeles previos, y que tuvo momentos complejos en su desarrollo. También es cierto que lo terminó con una tranquilidad como la que hace mucho tiempo no se apreciaba en el “Beranger”. Casi a tiro de alcance los de Jáuregui en los promedios y sí de hecho en las posiciones, lo que resta es continuar por esta senda para intentar conseguir una plaza en el reducido, empresa que tenía carácter de utópica unos meses atrás y que hoy, a pesar de cierta inestabilidad y puntos dejados en el camino, parece factible. Para eso, no habrá que desaprovechar los recursos favorables y evitar cualquier tipo de distracciones.
Por Carlos Voss
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